Hagamos una Navidad sostenible y ecológica.

Llegan las fiestas por excelencia del consumismo. En este planeta que nos está pidiendo a gritos que le ayudemos a sobrevivir, debemos tener consciencia medioambiental siempre, pero en especial en estas fechas en las que, incluso nosotros, cometemos algún que otro exceso. ¿Qué podemos hacer para que estas fechas sean un poco más sostenibles?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que la responsabilidad social y con el entorno es algo que se trabaja cada día, en cada acción. Además, con nuestra conducta y nuestros hábitos de consumo podemos ser ejemplo para los demás. En estas fechas en las que disfrutaremos de la compañía de familiares y amigos, hagamos que nuestros actos despierten consciencias. Que sea nuestra manera de consumir, de compartir, de vivir la que actué de espejo para nuestro entorno.

Los productos de proximidad siempre deben ser nuestra primera elección y más si son productos ecológicos. Las grandes superficies siempre nos avasallan con grandes ofertas y muchísima publicidad, pero no olvidemos la frutería o verdulería del barrio que se nutre de genero de los payeses de la zona. A más cercanía menos huella.

Plásticos, papeles satinados, con colores, con dibujos, con brillos… de esos que a veces gustan más a los pequeños que el propio regalo que envuelven. La cantidad de residuos generados para envolver los regalos durante estas fechas debería hacernos reflexionar. Solo hay que dar un vistazo a los contenedores de recogida de residuos los días siguientes a la entrega de regalos. ¿Por qué no usar embalaje creado por nosotros? Podemos usar prendas de ropa vieja y decorarla nosotros mismos, así podremos reutilizar ese envoltorio en el futuro. También podemos optar por papel reciclado, o algún derivado, y personalizarlo a nuestro gusto. Qué las pequeñas de la casa se ilusionen mientras aprenden a ser responsables con el planeta.

Hay multitud de propuestas para los niños de regalos que no segregan, que son sostenibles y que están diseñados para que sean educativos, en el amplio sentido de la palabra ¿pero y para los mayores? La primera respuesta es: experiencias.

Regalar cenas o salidas a establecimientos ecológicos y sostenibles, la participación en talleres o formaciones que ayuden a la consciencia medioambiental o incluso la posibilidad de colaborar en una Ong son algunas de las ideas a tener en mente. Una jornada en un centro de recuperación de animales, una visita a una bodega de vinos ecológicos o cualquier idea que haga que tus seres queridos estén en contacto con la naturaleza seguro que te harán triunfar.

Por favor, es responsabilidad de todos elegir aquellos aliados en nuestro día a día que compartan nuestra visión del mundo.

Felices y responsables fiestas.